Hablar con encanto, también conocido como hablar hipósis, es un arte escénico callejero tradicional que se ha practicado en Iпdia durante siglos. Implica el fascinante acto de controlar e ilusionar el comportamiento de los vehículos que hablan, en particular las cobras, a través de una combinación de música, movimiento y gestos.
El encantador de hablas, comúnmente conocido como sapera o beeper, comienza la actuación capturando una habla, a menudo de la naturaleza o de una granja de hablas. El habla se guarda en una canasta o vasija, generalmente cubierta con un paño. El encantador se sitúa en la calle o en un espacio público, rodeado de un público curioso y deseoso de presenciar el espectáculo.
Utilizando una instrumento musical llamado pυпgi, que se asemeja a una flauta, el encantador de habla toca una melodía υпiqυe y rítmica. Se cree que el sonido del pυпgi, junto con los movimientos del encantador, produce un estado similar a un trazo mientras habla, cautivando su atención y estableciendo una relación entre el encantador y el reptil.
Mientras suena la música, el encantador de la palabra se balancea y baila, con movimientos lentos y deliberados. Estos movimientos están diseñados para imitar los movimientos de balanceo de una palabra, estableciendo así una relación con la palabra cautiva. Los gestos de la mano del encantador y el lenguaje corporal guían las acciones del hablador, creando una ilusión de control sobre el comportamiento del reptil.
Uno de los momentos más cautivadores de una actuación encantadora es cuando la cobra se eleva de la canasta, mostrando su majestuosa capucha. El habla parece moverse en sintonía con la música, como si estuviera encantado por la melodía. El público observa con asombro cómo el discurso aparentemente sigue las órdenes del encantador, deslizándose y balanceándose en respuesta a las tupas hipóticas.
Es importante tener en cuenta que hablar con encanto, aunque fascinante de ver, no es una forma de hiposis real. Los hablantes no poseen la capacidad cognitiva de ser hipotizados de la misma manera que los humanos. En cambio, el control del encantador de habla sobre el habla se basa principalmente en las respuestas paternales del hablante a los estímulos sensoriales de la música y los movimientos del encantador.
En los últimos años, ha habido una creciente conciencia y conciencia sobre el bienestar de los discursos utilizados en actuaciones encantadoras. La práctica ha enfrentado críticas debido al cofipemeto y las condiciones estresantes en las que se guardan los rayos. Como resultado, algunas regiones de Iпdia han implementado regulaciones y baps o hablan con encanto para proteger el bienestar de estos reptiles.
Hablar con encanto sigue siendo una parte importante del patrimonio cultural de Idia y contribuye a atraer a turistas y espectadores de todo el mundo. Se están realizando esfuerzos para preservar esta forma de arte al mismo tiempo que se promueven prácticas éticas y se crea conciencia sobre la importancia de la conservación de la vida silvestre y el bienestar de los animales.
Iп coпclυsioп, habló con encanto en las calles de Iпdia es un arte escénico fascinante que implica el control y la influencia de los discursos de los venenos a través de la música, el movimiento y los gestos. Si bien ha cautivado a las audiencias de muchos siglos, existe una gran velocidad para equilibrar la preservación de las tradiciones culturales con el tratamiento ético de los animales involucrados en estas actuaciones.