Cuando el amor por los menos afortunados se apodera de nosotros, lo que sucede es inmensamente hermoso y asombroso. De hecho, no te puedes perder esta historia tan dulce como muy tierna, que te mostrará el lado más delicado y compasivo de un hombre que parece grande y alto pero que esconde en su corazón el alma de un osito de peluche. Hay que tomar ejemplo de personas como él, protagonista de estas breves líneas, que no desaprovecharon la oportunidad de salvar la vida de un perrito que rezaba todos los días por tener una familia.

Estaba en una condición desesperada y solo la ayuda de una persona podría haberlo salvado. Desafortunadamente, sin embargo, debemos recordar que no todos están dispuestos a sacrificar parte de su tiempo por un perro. Espero que quien esté leyendo esta historia, por tanto, entienda la importancia de parar por un segundo la vida agitada de uno, para disfrutar de una sana empatía .

Este dulce perrito se llama Mojo y se salvó gracias al amor de un hombre, Joey Wagner . Vive en Nova Scotia y, cuando se dio cuenta de las condiciones en las que el pequeño peludo se estaba derramando, no perdió ni un momento de su tiempo. Inmediatamente corrió a la clínica veterinaria más cercana para asegurar la asistencia y, con ello, su vida también.

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Cuando Joey vio a Mojo por primera vez, supo que algo andaba mal. En primer lugar, no tenía cabello y apenas podía caminar. Entonces, decidió tomar al dulce cachorro Pit Bull y llevarlo a la clínica. Aquí, de hecho, le dijeron a Joey que absolutamente tenían que hospitalizar a Mojo porque tenía sarna , una terrible enfermedad de la piel.

Él no se opuso pero estaba tan enamorado del pequeño perro que tan pronto como supo que estaba mejor que estaba listo para adopción , inmediatamente corrió hacia él. Cuando llegó a la clínica fue recibido con una gran fiesta. Todos sabían por qué estaba allí y la razón era el Mojo más dulce, los dos se habían vuelto inextricablemente inseparables.